El cine tiene una doble rama en lo que respecta a la psicología. Por una parte, debemos atender a la psicología que hay detrás del creador de las imágenes y, por otra, a la que alude al espectador. Lo que es indiscutible es que, el considerado séptimo arte, es muy capaz de influenciar a las personas. ¿Cómo y por qué lo hace? La educación es una herramienta clave para entender esta afirmación y para aprender a ver el cine de un modo más objetivo.
¿Qué es el cine y qué hay detrás de su realización?
Si hablamos del cine desde una perspectiva meramente técnica, podemos definir al cine como una grabación, una serie de imágenes que están pensadas para ser proyectadas después en la gran pantalla. Pero esto no es más que una definición muy parcial de lo que es verdaderamente el cine. Se trata de un arte a través del cual los actores y los creadores de la película trasmiten mucho más. Transforman esas imágenes. De hecho, hay algo mágico en todo ello. Es el realizador el que decidirá con qué porción de la realidad trabajará y qué otra porción dejará a la imaginación y la influencia del espectador.
El realizador de cine está al frente de una vasto equipo de colaboradores que lograrán un producto final. Pero, ¿qué les ha llevado a ello? En muchos casos se debe a una autorrealización, por sentir el reconocimiento público y, también, por obtener beneficios económicos, indudablemente. Pero muchas veces, detrás de ellos hay también una pizca de sus fantasías, obsesiones o miedos, para transformar todos estos sentimientos en una obra de arte. Esto ocurre por ejemplo con Polanski, un superviviente del holocausto, judío que narra en muchas de sus películas ese miedo y esa barbarie. O Buñuel, que también deja ver en sus films parte de la represión que sufrió.
Ninguna persona es una caja vacía en su interior. Todos los artistas también experimentan vivencias que les llevan a contar su película desde un punto muy subjetivo, desde su propio mundo íntimo. Aunque también deben tener la aptitud necesaria para lograr que sus actores hagan buenas representaciones y para prever las reacciones del público. Es decir, debe tener empatía.
La psicología del espectador
Los espectadores tampoco son cajas vacías. El uso de la fantasía y la emoción son dos puntos clave para trasformar un film cualquiera en uno que realmente triunfe en la gran pantalla. Y es que, en la psicología fílmica, no podemos olvidar que el espectador, cuando está visionando una película, atribuye a los personajes o protagonistas parte de sí mismo. Es decir, adorna la película con sus propios miedos, defectos o cualidades. Es indiscutible el hecho de que todo director de cine traslada esa empatía hacia el público, ya que antes de hacer una película, piensa en las reacciones de quienes la verán.
El cine trata de despertarnos determinados sentimientos y de introducirnos en un mundo en el que está permitido dejar volar nuestra imaginación. Y es que el cine y los medios audiovisuales influyen y repercuten mucho en la población, especialmente en las nuevas generaciones. En pleno siglo XXI, y con todas las plataformas de visionado digital disponibles, el influjo de los medios audiovisuales sobre los jóvenes es una realidad. Con lo que nosotros lanzamos una serie de cuestiones a todos nuestros lectores: ¿Debemos comenzar a enseñar cine? ¿A reflexionar sobre el cine como un medio que también puede ser didáctico?
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